Hepatitis

jueves, 24 de enero de 2008

Es la inflamación del hígado.

Causas, incidencia y factores de riesgo

La enfermedad puede ser causada por:

  • Infecciones de parásitos, bacterias o virus (como la hepatitis A, B ó C)
  • Daño hepático por alcohol, drogas u hongos venenosos
  • Una sobredosis de acetaminofeno (paracetamol), que es rara pero puede ser mortal
  • Células inmunitarias en el cuerpo que atacan el hígado y causan hepatitis autoinmunitaria

Otros medicamentos que pueden causar daño al hígado abarcan metildopa (utilizado comúnmente para la hipertensión arterial), isoniazida para la tuberculosis, medicamentos anticonvulsivos (como valproato y fenitoína), clorpromazina, amiodarona (para el ritmo cardíaco irregular) y ciertos antibióticos (incluyendo trimetoprima con sulfametoxazol y eritromicina). En caso de ser necesario tomar algunos de éstos, el médico hará un seguimiento minucioso de la función hepática.

La enfermedad hepática también puede ser causada por trastornos hereditarios, como la fibrosis quística y la enfermedad de Wilson, una afección que consiste en tener demasiado cobre en el cuerpo (depósitos de cobre en exceso en órganos como el hígado).

La hepatitis puede comenzar y resolverse rápidamente (hepatitis aguda) o puede causar una enfermedad prolongada (hepatitis crónica). En algunos casos, se puede presentar un daño hepático progresivo, insuficiencia hepática o incluso cáncer del hígado.

La severidad de la hepatitis depende de muchos factores, incluyendo la causa del daño hepático y cualquier enfermedad subyacente que la persona tenga. La hepatitis A, por ejemplo, generalmente es de corta duración y no conduce a problemas hepáticos crónicos.

Los factores de riesgo comunes abarcan:

  • Uso de drogas intravenosas
  • Sobredosis de acetaminofeno: la dosis necesaria para causar daño está cerca de la dosis efectiva, de manera que se debe tener cuidado de tomarlo de acuerdo con las instrucciones. Se le debe preguntar al médico qué cantidad de acetaminofeno es segura en cada caso particular. Si la enfermedad hepática es severa, el médico también puede solicitar que se eviten ciertos medicamentos antinflamatorios.
  • Involucrarse en comportamientos sexuales arriesgados (como tener compañeros sexuales múltiples y relaciones sexuales sin protección)
  • Consumir alimentos contaminados
  • Viajar a un área donde ciertas enfermedades son comunes
  • Vivir en residencias de ancianos o centros de rehabilitación
  • Tener un miembro de la familia que recientemente tuvo hepatitis A
  • Consumir o abusar del alcohol
  • Ser un receptor de un trasplante de órgano
  • Tener VIH o SIDA
  • Haber recibido una transfusión de sangre antes de 1990 (el examen de sangre para la hepatitis C no estaba disponible)
  • Ser un recién nacido de una madre con hepatitis B o C (puede transmitirse durante el parto)
  • Ser trabajador de la salud, incluso odontólogo y higienista dental, debido al contacto con sangre
  • Hacerse un tatuaje

Ver también:

Síntomas

Los síntomas de la hepatitis abarcan:

Muchas personas con hepatitis B o C no tienen síntomas cuando resultan infectadas por primera vez, pero igual pueden presentar insuficiencia hepática posteriormente. Si la persona tiene cualquier factor de riesgo para cualquier tipo de hepatitis, debe hacerse exámenes periódicamente.

Signos y exámenes

Un examen físico puede mostrar una coloración amarillenta de la piel, agrandamiento y sensibilidad del hígado o líquido en el abdomen (ascitis) que puede resultar infectado.

Es posible que el médico solicite exámenes de laboratorio como:

Tratamiento

El médico discutirá los posibles tratamientos con la persona, dependiendo de la causa de la enfermedad hepática y puede recomendar una dieta alta en calorías en caso de que la persona esté perdiendo peso. Se puede dar adenina (Hepadif, Pleon) , y en la hepatitis vírica, lisozima . La persona misma puede tomar las siguientes medidas:

  • Consumir la mayoría de las calorías temprano en el día
  • Descansar, sobre todo cuando se sientan los síntomas

Grupos de apoyo

Hay grupos de apoyo para personas que sufren todos los tipos de hepatitis, los cuales pueden ayudar al paciente a conocer lo último en tratamientos y a enfrentar mejor el hecho de tener la enfermedad.

Ver: grupos de apoyo para la enfermedad hepática

Pronóstico

El pronóstico depende de muchos factores, incluyendo la causa de la hepatitis y el hecho de que la persona tenga o no enfermedades o afecciones adicionales que puedan complicar el tratamiento o la recuperación. Muchas personas se recuperan completamente. Sin embargo, al hígado le puede tomar meses para sanar.

Ochenta por ciento de aquellas personas con hepatitis C pasan a tener enfermedad hepática crónica y, posiblemente, insuficiencia hepática (cirrosis) o cáncer del hígado. La hepatitis C es la razón número uno para recibir un trasplante de hígado en los Estados Unidos.

Complicaciones

Se puede presentar daño hepático permanente, insuficiencia hepática o cáncer del hígado. Otras complicaciones incluyen peritonitis bacteriana espontánea (cuando el líquido en el abdomen se infecta) y várices esofágicas que pueden sangrar en forma considerable.

Situaciones que requieren asistencia médica

La persona debe llamar al número local de emergencias (061) si:

  • Tiene síntomas relacionados con acetaminofén u otros medicamentos: puede necesitar que se le haga un lavado del estómago
  • Vomita sangre
  • Presenta heces con sangre o negras
  • Está confundida o delira

La persona debe llamar al médico si:

  • Tiene cualquier síntoma de hepatitis o cree que se ha expuesto a las hepatitis A, B o C.
  • No puede retener alimento debido al vómito excesivo. Es posible que la persona necesite recibir nutrición por vía intravenosa (a través de una vena).
  • Ha viajado a Asia, África, América del Sur o Centroamérica.

Prevención

Las siguientes vacunas contra la hepatitis están disponibles:

  • La vacuna contra la hepatitis A está disponible para las personas en los grupos de alto riesgo, como trabajadores de guarderías y residencias de ancianos, trabajadores en laboratorios y aquellas personas que viajan a lugares del mundo donde la hepatitis es común. También se recomienda la vacuna de rutina en la infancia contra la hepatitis A.
  • La vacuna contra la hepatitis B ahora se le aplica a todos los bebés y niños no vacunados antes de los 18 meses. La vacuna está disponible para los adultos en riesgo alto, como los profesionales de la salud, usuarios de drogas intravenosas y aquéllos con comportamientos sexuales arriesgados.

Una inyección de inmunoglobulina también puede prevenir la infección e incluso sirve después de haber estado expuesto:

  • Puede administrarse poco después de haber tenido contacto cercano (como besar o compartir utensilios) con alguien a quien se le diagnosticó hepatitis A en las últimas dos semanas.
  • Debe administrarse de inmediato, junto con la vacuna contra la hepatitis B, a un bebé nacido de una madre con hepatitis B.

Otras medidas a tomar:

  • Evitar el contacto con sangre o hemoderivados. Se deben tomar precauciones si esto es parte del trabajo.
  • Evitar el contacto sexual con una persona infectada con hepatitis o con una historia médica desconocida. Se debe practicar el sexo seguro en todo momento.
  • Lavarse las manos después de ir al baño y antes de manipular alimentos.
  • Evitar compartir platos, utensilios o baños con alguien que tiene hepatitis A.
  • NO compartir cuchillas de afeitar, agujas o cepillos de dientes.
  • Al viajar a áreas endémicas, no comer alimentos crudos o parcialmente cocidos. Tomar agua envasada.
  • No inyectarse drogas psicoactivas por vía intravenosa. Si la persona ya es un usuaria de este tipo de drogas, nunca debe compartir agujas y debe buscar ayuda de un programa de intercambio de agujas o de tratamiento para drogas.
  • Ser cauteloso al hacerse colocar tatuajes o perforaciones (piercings ).
  • No tomar alcohol al mismo tiempo que está tomando acetaminofeno. Si la persona ya tiene hepatitis, no debe utilizar ninguno de los dos para evitar daño adicional al hígado.

Cuándo hacerse una prueba para hepatitis:

  • Se debe hacer una prueba para hepatitis B o C si se tuvo contacto sexual o se compartieron agujas con alguien que puede haber tenido uno de estos virus.
  • Esto se debe hacer incluso si la persona no tiene síntomas.

Referencias

Rocca LG. Management of patients with hepatitis C in a community setting: diagnosis, discussions and decisions to treat. Ann Fam Med. 2004; 2(2): 116-124.

Lin KW. Hepatitis B. Am Fam Physician. 2004; 69(1): 75-82.

Zimmerman RK. Recommended childhood and adolescent immunization schedule. Am Fam Physician. 2003; 67(1): 188,190, 195-196.

MEDLINE. Enciclopedia Médica. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/encyclopedia.html 2008

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